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Diario de un Scout

  • Foto del escritor: Ortiz Ivan
    Ortiz Ivan
  • 17 nov 2024
  • 4 Min. de lectura

De la mano de la actualización de los procesos de gestión dentro del fútbol, el Scouting ha crecido exponencialmente como actividad. Sin embargo, suele evaluarse la tarea del Scout por los resultados que obtiene en términos de incorporaciones y poco se conoce de su trabajo en el día a día.


    El scouting es, sin duda, uno de los roles, dentro del fútbol moderno, que más ha llamado la atención a los clubes al momento de crear sus estructuras de trabajo. Cada vez son más las instituciones que le otorgan a la actividad un espacio importante en sus organigramas, en la búsqueda y análisis permanente de jugadores que puedan ser potenciales incorporaciones de utilidad. 


    El resultado final es el que habla por todo el proceso. La captación o la incorporación de un futbolista acorde a lo deseado, termina siendo la punta visible del iceberg. Pero ¿Qué hace un Scout en el día a día? ¿De qué se ocupa?


    El scout es la persona encargada de analizar y encontrar jugadores con características compatibles con la filosofía o con los patrones de búsqueda del club. Para ello debe realizar un seguimiento que le permita obtener la mayor cantidad de información útil posible, para que el club decida –o no- la contratación de estos perfiles analizados. 


    Tiempo atrás, antes de que la tecnología y la globalización llegaran al fútbol, lo que algunos hacían eran viajar de estadio en estadio cada fin de semana, o bien concurrir a distintos torneos internacionales, buscando nuevos talentos.  Hoy, herramientas diseñadas al servicio del scouting como Wyscout, que recopila y almacena partidos de casi cualquier liga del mundo, aporta estadísticas individuales y colectivas, y hasta genera cortes que permiten estudiar el juego desde distintos enfoques, han facilitado bastante la tarea. 


    Con esta nueva realidad, el scout puede ver el partido que necesite sin salir de su oficina y reducir notablemente su tiempo de análisis e incluso de visualización de partidos. Esto permite una programación del trabajo y una planificación del seguimiento con tiempos determinados y direccionamiento de los recursos de trabajo hacia las ligas más convenientes. 


    De este modo, la labor prioritaria del scout en su día laboral es el cumplimiento de su cuota diaria de partidos a observar. Esta cuota no se programa al libre albedrío del ojeador, sino que se pauta en acuerdo a una programación asignada y dentro de los parámetros de la carga de trabajo establecida. La actividad de visualización no se realiza exclusivamente en la oficina. De acuerdo con las posibilidades, se pueden programar visualizaciones en el estadio e incluirlas en la programación diaria de trabajo del scout.


    Cualquiera sea el modo de visualización de los partidos, el scout siempre debe tomar notas de lo observado, llevando un registro de lo que puede ser relevante para su club, según los lineamientos establecidos previamente en una planificación de trabajo. Estas notas son claves para el ejercicio de sus funciones y serán su apoyo para sus demás actividades principales.


    Las tareas del scout no culminan tras el partido. Allí se inicia la etapa más tangible y fundamental de su trabajo: la redacción del informe. El proceso de redacción es meticuloso y requiere atención al detalle. Se debe transmitir lo que se pretende sin dudas ni ambigüedades para evitar dar lugar a interpretaciones incorrectas.


    En los informes se vuelca toda la información recolectada de uno o varios futbolistas, durante uno o más partidos. Esto le brinda un soporte a los organismos decisorios para tomar el rumbo más conveniente a la hora de resolver positiva o negativamente respecto a una incorporación.


    Cada club o departamento de scouting tiene su formato particular, pero, en todos los casos, el informe es un componente fundamental en las estructuras de trabajo por la incidencia que tienen en la toma de decisiones. Por ello la confección del documento debe ser comprensible para el receptor y debe poseer un enfoque analítico y objetivo que transmita de manera fiel aquello que hemos observado en el seguimiento del objeto de observación.


    Un informe no solo abarca aspectos de análisis que se observar exclusivamente en el juego. Existen elementos relacionados al comportamiento del futbolista fuera del campo que vale la pena evaluar y que pueden ser decisivos a la hora del veredicto. Para ello el scout puede recurrir a las referencias como medio de obtención de información. Para ello es imprescindible formular relaciones dentro del mundo del fútbol y apoyarse en estas a la hora de buscar datos sobre un futbolista determinado.  Los contactos no solo nos ayudan a conseguir información de calidad. También constituyen un elemento sustancial durante la búsqueda de talentos y pueden acercarnos a la evaluación de jugadores que no hubieran aparecido en nuestros radares.


    El contacto con agentes, representantes de otras instituciones, entrenadores, scouts y diferentes actores del fútbol nos acerca a un caudal de información que retroalimenta permanentemente, entregándonos la posibilidad de obtener datos de relevancia y de hacer conocer nuestra forma de trabajo y nuestras pretensiones para afrontar los mercados. Por ello es necesario planificar diariamente un espacio para mantener cerca a aquellos contactos que consideramos importantes durante todo el proceso.


    Otra actividad periódica son las reuniones de equipo de trabajo, en donde se analizan avances de las tareas, se comparten resultados, se intercambian opiniones y conocimiento de todo lo que se expone al grupo. Estas actividades suelen ser bastante nutritivas para el grupo. Potencian las dinámicas de trabajo, al tiempo que permiten evaluar progresos, intercambiar ideas y establecer estrategias colectivas en la búsqueda de cumplir con los objetivos trazados.


    Por supuesto, como en todo trabajo, el scout también debe completar periódicamente formularios y planillas de control interno como respaldo del trabajo realizado. Si bien el scouting es una labor dentro de todo “nueva”, no escapa de algunas formalidades rutinarias de un trabajo común. Sin embargo, tiene algunas otras exigencias particulares que generan una carga horaria bastante importante. El scouting amerita dedicación, tiempo y, sobre todo, mucho compromiso.


    En resumen, podemos decir que el día a día de un scout en el fútbol moderno implica investigación constante, espíritu analítico y colaboración estratégica. Su trabajo no solo consiste en identificar jugadores que sean compatibles con las necesidades del club o su filosofía, sino también en proporcionar a la dirección deportiva las herramientas necesarias para tomar decisiones estratégicas que impulsen el éxito del club, según los plazos y objetivos establecidos..


Ortiz Ivan



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