La desmitificación del rol del Departamento de Scouting
- Bracamonte Hector
- 18 nov 2024
- 5 Min. de lectura
En los procesos de búsqueda de perfiles adecuados a la idiosincrasia y el estilo de cada institución, la delimitación entre el ámbito de aplicación del área y la amplitud de decisión de la Dirección del club, suele presentarse de distintas maneras sin dejar de lado el conflicto. Entonces ¿Para qué está la Secretaría?
En el mundo del deporte me desarrollé desde varios lugares: como jugador, entrenador de juveniles, ayudante de campo, coordinador de juveniles, periodista, director técnico (en el exterior y en el país), asesor de representantes y clubes, secretario técnico, director técnico en fútbol femenino, hincha y otras menores que no debo ni recordar. Pero, en todas estas aristas, siempre entendí que los equipos buenos se hacen con jugadores buenos y la búsqueda de la materia prima es crucial para desarrollarse de la mejor manera en este deporte.
“La materia prima”, le llamaba el Colo Regenhardt (coordinador en Boca Juniors), dándole un valor superlativo a la captación de juveniles, mayor que al resto de la estructura (la cual tampoco descuidaba). De hecho, habían armado una estructura de búsqueda con más de quince personas y, en el año 2019, habían visto a más de 50 000 chicos en todo el país.
El título de este artículo es una ironía con respecto a esta nueva moda de nombres y nomenclaturas rebuscadas para referirse a temas simples. El scouting ciertamente es simple, aunque termine siendo trascendental para la búsqueda de jugadores, en un ámbito donde la competencia cada vez es más feroz y donde es más difícil encontrar el jugador en tiempo y forma.
El rol de captador en el fútbol actual
No es fácil hacerle entender a quien dispone del dinero del club que el sistema de búsqueda es un costo y no un gasto. Que lo invisible hoy es monetizable a futuro. En definitiva, que el trabajo de un captador lleva consigo un margen de error muy grande, que no se puede garantizar el éxito y que el trabajo del scout es primordial y más crucial que nunca.
Si bien el campo de acción está en la búsqueda bruta, donde la evaluación es general, hoy es importante, para darle un salto de calidad a la función, que el scout entienda y respete la visión del club y su lineamiento, más allá del entrenador que en ese momento esté trabajando.
El modelo de estilo, donde cada posición conlleva una búsqueda, ayudará a elegir, dentro de un rango, las características que debería tener cada jugador. Esto parece una obviedad, pero seguimos viendo y contratando jugadores que compiten por una misma posición y tienen características físicas y futbolísticas totalmente diferentes (pongamos una salvedad: que el equipo busque eso, tener dos perfiles diferentes, pero por lo general no es así).
El amplio espectro del captador hace que las visorias vayan en diferentes caminos: la búsqueda de talentos jóvenes para completar la escalera del primer equipo (muchas veces, los refuerzos están en los juveniles, los del club o los que se contraten), el monitoreo de los jugadores profesionales de la institución, el rastreo en ligas adecuadas, la evolución de los ofrecimientos, los seguimientos de los jugadores prestados, el control de la base de datos, los análisis de equipos rivales (l que tiene una doble utilidad), entre otras actividades específicas según la institución. Y todo esto se realiza a través de métodos tradicionales de visorias, y ahora, también con la ayuda de la tecnología, que ha facilitado la tarea, tanto por videos como mediante datos de rendimiento.
Es fácil acceder al aspecto técnico y físico, pero otra de las funciones del scout es conocer lo que no muestra el video: la mentalidad y personalidad de cada jugador. Es en este punto donde hay que estar atentos, hoy más que nunca, ya que los equipos se arman con personas y, muchas veces, nos vemos engañados por la técnica de un jugador, olvidando facetas relevantes como lo físico y lo mental. El carácter y la adaptabilidad a los medios también es un aspecto que hay que tener en cuenta.
Los talentos emergentes ya son detectables fácilmente. Sin embargo, la intuición, la experiencia y la dedicación son las bases fundamentales del scout, no basta con la recolección de datos y la ecuación matemática para evaluar los perfiles que se vayan a contratar
En síntesis, un captador bueno debe tener el arte de fusionar la ciencia del análisis con la pasión por el juego en un proceso continuo y dinámico donde, como en cada partido, todo segundo cuenta. Debe innovar y buscar la excelencia. El scout es un aliado indispensable en este vertiginoso fútbol moderno, aunque estar a la altura de esta competitividad no asegura la victoria.
“El scouting no sirve para nada”
Este es un tema de constante debate y, como en la mayoría de las ocasiones no es medible, siempre se tiende a ningunear el departamento de búsqueda y a considerar esta práctica obsoleta y poco efectiva, ya que se gastan muchos recursos y no hay seguridad de éxito. La falta de precisión es el gris de la profesión, es ahí donde se apoyan los detractores… pero, a la larga, terminan por aceptar que alguien tiene que hacer la búsqueda y, si es ordenada y metodológica, tiene mayor probabilidad de éxito.
Los entrenadores buscamos tener conocimiento de todo para quedarnos tranquilos, pero la realidad es que, al final, la pelota entra o no. Si bien el scouting en el fútbol no es infalible y está sujeto a críticas legítimas, afirmar que no sirve es una simplificación excesiva. El scout siempre será una herramienta valiosa que contribuye al desarrollo continuo del club, muy por encima de otras áreas con mayor presupuesto y visibilidad.
El tema es ¿por qué los directivos no toman consciencia de que el desarrollo de esta área es prioritario? Los factores pueden ser varios:
La cultura futbolística arraigada: En Argentina, existe una larga tradición de confiar en la intuición y la experiencia de ojeadores, representantes o allegados con buenas intenciones. Esta mentalidad arraigada dificulta la adopción de nuevos métodos, donde los análisis son más holísticos.
La falta de recursos: La falta de financiamiento puede limitar la capacidad de los clubes para realizar un scouting exhaustivo y sistemático.
El enfoque a corto plazo: La presión por los resultados y los procesos directivos cortos hacen que la prioridad pase por lo urgente.
La confianza en el proceso: Algunos dirigentes pueden desconfiar debido a experiencias pasadas de reclutamiento fallido o a la percepción de que el scouting no es confiable o efectivo.
En conclusión, el scouting en el fútbol es un tema complejo que ha generado un debate constante en la ciudadanía deportiva, sobre todo, en la Argentina. Desde mi experiencia multifacética en el mundo del fútbol, he aprendido a valorar la importancia de la búsqueda como una herramienta fundamental en la construcción de equipos exitosos. A pesar de las críticas y los desafíos que enfrenta, considero al scouting como una inversión crucial para el futuro de cualquier club.
Es cierto que no es infalible y está sujeto a errores y críticas legítimas. Sin embargo, descartar completamente su valor sería ignorar su potencial para contribuir al desarrollo continuo de la institución.
Creer en los proyectos es la base de todo. Analicemos un ejemplo dentro de la misma disciplina: los jugadores no dejan de entrenar cuando les va mal o sus equipos no ganan, todo lo contrario, como en todo ámbito, se intenta doblar esfuerzos y seriedad, se entrena el doble, pero nunca la desaparición es la salida, cosa frecuente en este departamento.
Por eso, solo mediante un compromiso real con el desarrollo del scouting y una comprensión profunda de su potencial, los clubes pueden maximizar sus oportunidades de éxito en el campo de juego.
Bracamonte Hector

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